Los orientales logramos en octubre y noviembre próximos pasados un gobierno nacional que procura dejar atrás la grieta entre hermanos que con tanta prolijidad cavó el gobierno del Frente Amplio recreando continuamente la imagen de la izquierda y la derecha. Tratando a los ciudadanos vecinos como cosas y no como personas generó continuamente la oposición antojadiza entre la impronta masificante de compatriotas ricos y compatriotas pobres. Dentro de esos dos bloques no había lugar para la diversidad, para la libertad humana de seres únicos e irrepetibles que podían tener personalidad, pensamiento crítico y razonamiento propio a la hora de votar. La conciencia de clase debía primar sobre todo dato de la realidad, y la promoción del odio y el resentimiento de los que presuntamente no pueden contra los que presuntamente pueden debía obnubilar todo análisis racional respecto de si el gobierno saliente había hecho méritos para quedarse o había que cambiar. La mesa estaba servida y la generosa promoción de la envidia, la ira y la avaricia contra el supuesto enemigo social debía dar el resultado esperado y se podía entonces seguir haciendo la plancha, es decir casi nada por gobernar mejor.
Pero de pronto surgió desde lo más profundo de la Identidad Nacional un partido y un líder que lograron que todo cambiase: Cabildo Abierto y Guido Manini Ríos.
Enfrentando ahora la elección departamental y municipal, el Frente Amplio repite la fórmula masificante y presenta tres candidatos, tres inteligencias, clonadas, cautivas de los designios de la suprema autoridad frenteamplista. Este es el ejemplo que se da a un electorado que se presume también cautivo e incapaz de rebelarse contra los supremos intérpretes de una conciencia social reñida con cuestiones tan naturales y científicas como el amor a la libertad, al respeto por el raciocinio individual, y al consecuente voto secreto para que nadie ose manipular la autonomía personal y ciudadana de cada oriental.
Espero que la mitad del país aglutinada en Montevideo sepa ver las desgracias de los países latinoamericanos que renuncian a ser libres y a tratarse como hermanos, obrando en consecuencia el próximo 27 de setiembre.
