Editorial del 15 de junio de 2020

General

Durante esta quincena he recorrido el barrio del Buceo acompañado por referentes barriales y me he encontrado con un fenómeno que se repite en muchas de sus plazas, plazoletas y espacios públicos: el secuestro de las mismas al caer el sol por parte de drogadictos y alcohólicos que inmediatamente destruyen los focos de luz dispuestos en las mismas para poder actuar a sus anchas durante la noche. A partir de esa realidad comprendemos la importancia de que las autoridades municipales en coordinación con las seccionales policiales y los propios vecinos comiencen a controlar que pasa en cada barrio durante la noche cumpliendo tareas de serenazgo. Desde la vecina que mira por la ventana, al vecino que sale a pasear el perro, hasta el guardiacivil que patrulla a pie, a caballo o en un patrullero, todos deben coordinarse para que las calles del Buceo en la noche no sean más tierra de nadie y para que las mujeres que llegan tarde a sus casas o deban madrugar, no vivan el miedo de ser presa fácil en cualquier momento de una situación de acoso, de arrebato o de algo peor.

Los montevideanos debemos ser conscientes de que es hora de actuar contra la comercialización clandestina de la droga, el consumo irresponsable que impulsa a cometer faltas y delitos y la apatía de no generar planes serios con respaldo gubernamental que logre la recuperación a pesar de los pesares, de aquellos que son esclavos de su dependencia a los psicotrópicos y estupefacientes.

La ciudadanía oriental ha dado muestras de su madurez y ya desplazó del gobierno nacional a un partido que durante 15 años se consideró dueño de la verdad, que pretendió refundar la verdad, la tradición, las normas de respeto y el tiempo de la acción de los orientales. Habló mucho, tejió mucho, urdió mucho, manipuló mucho, pero finalmente y como está a la vista de cualquier paseante o automovilista que se desplace por Montevideo, hizo muy poco por restituir a los ciudadanos y a los contribuyentes lo mínimo que merecen como contrapartida de los impuestos ya pagos: en obras, en seguridad, en respeto, y en fomento de la salubridad y la concordia social.

Como viejo vecino del Municipio CH, vengo a traer en caso de ser electo, respeto y rigurosa justicia con lo que los vecinos de este Municipio merecen. Como es el Municipio que más da y menos recibe, mi principal lealtad y responsabilidad será para con los vecinos. Tengo una larga trayectoria de servidor público y de emprendedor que devolvió a sus clientes lo que prometió, y en lo posible más. Con hechos y no palabras devolveré a mis barrios municipales paz, alegría y buenos servicios.

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